Thursday, 7 August 2014

La ciencia avala la calidad del aceite de oliva virgen gallego



Un grupo de investigadores del Campus inició hace cuatro años un proyecto de estudio de los aceites gallegos que ya ha completado una primera fase de análisis de los compuestos volátiles de los aceites de oliva virgen extra elaborados con aceitunas cultivadas en Galicia y una segunda centrada en las olivas autóctonas gallegas.

Ante la inexistencia de una caracterización a nivel molecular de estas últimas aceitunas autóctonas, el grupo, perteneciente al área de Nutrición y Bromatología de la Facultade de Ciencias, ha descubierto gracias a sus estudios la elevada cantidad de compuestos fenólicos -responsables de la actividad antioxidante- presentes en estos aceites y que dan un valor añadido al producto, gracias a sus efectos beneficiosos para la salud. Además, Patricia Reboredo, integrante del grupo que se encuentra realizando la tesis doctoral, señala que "en catas que se realizaron se detectó un sabor dulce que llamó mucho la atención".

Esta investigación está sirviendo para compensar la falta de identificación del aceite gallego en las vigentes bases de datos, dado que, según comenta la integrante del grupo de trabajo, "estamos hablando de una nueva variedad de aceite de origen autóctono gallego".

Precisamente, el desconocimiento que se tiene de estos aceites es, para Patricia Reboredo, una "gran apuesta de negocio". "Se trata de un producto diferenciado con gran aceptabilidad", defiende la investigadora, que es licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos. Estas características específicas permitirían que esta variedad se convirtiese en "un producto que podría competir perfectamente con otros aceites españoles más consolidados".

Además de la singularidad de sus aceitunas autóctonas, Galicia se está convirtiendo en un terreno idóneo para el cultivo masivo de olivos debido al cambio climático, por lo que "de aquí a diez años podríamos tener un nuevo sector emergente".

Patricia Reboredo defiende la creación de un sello de calidad que avale esta nueva variedad de aceite gallega. "Un marchamo de calidad sería un gran impulso que potenciaría el producto", comenta la investigadora, que también ve necesaria la creación de un panel de cata que permita analizar la calidad de los distintos aceites. "Entre otras cosas, diría cuáles son virgen extra y cuáles de categoría inferior", explica.

Este proyecto de investigación ya ha sido premiado en congresos internacionales como el "Euro Fed Lipid", un encuentro anual celebrado en Antalya (Turquía) en 2013. El grupo tiene previsto volver a presentarse a este congreso, que celebrará su edición de este año en Montpellier (Francia). "Intentamos que este trabajo trascienda de Galicia y sea lo más europeo posible", dice Patricia Reboredo.

Fuente: La Región