Spanish Journal of Soil Science, 5 (2015) 154-164
En Galicia las praderas ocupan una gran extensión, siendo utilizadas principalmente para la alimentación del ganado vacuno destinado tanto a la producción de leche como de carne. Las granjas se manejan de manera intensiva, utilizando fertilizantes inorgánicos y purín de vacuno para aumentar la producción de pastos. Esta práctica puede aumentar el contenido de metales pesados en el suelo. En este trabajo se estudian las concentraciones totales y la distribución en profundidad de metales pesados y elementos afines (As, Cd, Cr, Cu, Mn, Ni, Pb y Zn) en dos suelos forestales (SN1, SN2) y en cinco praderas (P1-P5) fertilizadas con purín de vacuno y NPK en una zona con una gran vocación ganadera (A Pastoriza, Lugo). Se pretende conocer el grado de influencia de la fertilización sobre los niveles de estos elementos. Los suelos elegidos se desarrollaron a partir de pizarras (SN2, P4) y de cuarcitas de la Serie de Cándana (SN1, P1, P2, P3, P5). Los suelos forestales presentaron pH ácido (4,58-4,68), elevada saturación del complejo de cambio por Al (75-90%) y baja concentración de P disponible (4,78-11,96 mg kg-1); estos parámetros mejoran en los suelos de pradera como consecuencia de las enmiendas y fertilizantes aplicados, presentando un pH entre 5,17 y 7,02, una saturación de Al que varía entre 0,58-59,24% y P disponible entre 5,24 y 42,07 mg kg-1.En relación con los metales pesados, la profundidad de la muestra no afecta de modo significativo a su concentración total, pero sí el material de partida, presentando concentraciones más elevadas de Fe, As, Cu y Ni los suelos desarrollados sobre pizarras, posiblemente debido a la presencia de materiales piríticos. En la mayoría de los casos, los metales pesados estudiados presentan concentraciones totales inferiores a las establecidas como genéricas para suelos desarrollados sobre los respectivos materiales geológicos, y siempre son menores que los límites considerados fitotóxicos. La fertilización aplicada no parece tener una influencia significativa sobre los contenidos totales de estos elementos, con la excepción del Zn en la pradera P4, ya que los suelos naturales en muchos casos presentan valores similares e incluso superiores a los obtenidos en las parcelas fertilizadas.